Tras el despiece todos los repuestos han de superar una inspección visual y técnica que evalúe el estado de las piezas y su idoneidad para ser acondicionadas directamente para su venta, si es necesaria su reparación o si es desechado por no presentar las garantías suficientes de funcionamiento.

Todos los repuestos son inspeccionados minuciosamente en busca de desgastes, vicios o deformaciones, así como puestos en funcionamiento de forma individual para evaluar su desempeño en condiciones de trabajo.

Todos los resultados de estas pruebas son registrados para ofrecer la mayor información al cliente del estado del repuesto que se le ofrece.

Si el repuesto supera los controles de calidad, se procederá al acondicionado estético del mismo, procediendo a su pintado, engrasado, embalado o paletizado.

Si se detectan fallos o averías en el repuesto, pero estas son reparables sin afectar al perfecto funcionamiento del mismo, se procede a su reparación, incluyendo la sustitución de posibles juntas, manguitos y otros elementos susceptibles de desgaste para que el resultado sea un producto que ofrezca las máximas garantías.

Una vez preparados nuestros repuestos de segunda mano están listos para ser ubicados y registrados como disponibles en nuestro almacén.

Le recomendamos que si no encuentra lo que está buscando, nos consulte, pues nuestro catálogo es actualizado regularmente, pero puede ocurrir que la pieza que necesita acabe de entrar y aún esté en proceso de preparación.